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Abrazo de corazón a corazón

 

 

 

 

10/Octubre/2018

Columna Andanzas

Por Marcela Alvarado

Abrazo de corazón a corazón

Pocas veces reparamos en los beneficios que nos puede traer algo tan simple como un abrazo, quizá porque no siempre recurrimos a él, salvo en los casos de una pérdida o de una alegría o cuando nos emociona mucho encontrar algún viejo amigo a quien teníamos tiempo de no ver.

Esta semana hablaré de una experiencia personal y en particular de una técnica que puede ser un acto de generosidad, una forma de expresar solidaridad, amor, amistad, pero, sobre todo, de transmitir paz, de contribuir incluso a sanar alguna emoción o algún recuerdo doloroso. Me refiero al abrazo de corazón a corazón.

Por invitación de mi amiga Flor Ayala, acudí a un curso llamado “Entrenamiento de vida” -en una primera fase-, que impartió su hijo Aldahir Valenzuela Ayala en el Centro Young Free, aquí en Hermosillo. Él está certificado por la Asociación Internacional de Coaches de Transformación Personal (Aictrap).

Fueron dos días de interactuar con un entusiasta staff y con el resto de las asistentes (éramos sólo mujeres, ya que el único hombre que fue no pudo continuar), de escuchar, de reír, incluso de llorar. Un encuentro con distintas emociones que se vivieron y que nos recordaron que estamos aquí por y para algo y cada quien debe encontrar su misión en esta vida o aplicarse cuando ya la tiene clara.

El abrazo de corazón a corazón comienza con mirar a los ojos de la otra persona. Si se hace una respiración profunda es mucho mejor. Hay que levantar los brazos e inclinarse un poco cada quien a su derecha, para quedar unidos en un abrazo fraterno, de corazón a corazón.

Hay tanto que comunicar con las personas a las que brindas este tipo de abrazo al unir los latidos, mientras escuchas al ‘Coach’. Es un suspiro de emociones. Es un abrazo con el que puedes brindar o experimentar un halo protector de o hacia la otra persona. Hay quienes experimentan una catarsis, una profunda relajación.

También es una forma de quitarse de encima una pesada lápida de emociones encontradas que impide seguir adelante. Porque al hacer conciencia de que lo que está en las manos de cada quien es en lo que hay que enfocarse, no lo que está fuera de su control o que atañe a otros, por lo que dicen, hacen o piensan.

Es recomendable experimentar este tipo de cursos enfocados al desarrollo personal, que son una sacudida, una forma de hacer un ejercicio de introspección, autoanalizarse y retomar el camino de algún sueño que se haya dejado a medias o que, quizás ni siquiera se haya iniciado, por miedo o por una mala administración del tiempo.

En distintos momentos de la vida, solemos reflexionar sobre dónde estamos, si nos gusta o no lo que hemos logrado, si estamos satisfechos con la forma en que vivimos y evaluamos lo que consideramos aciertos y errores. Nos preguntamos en ocasiones cómo nos gustaría estar y dónde en cinco o diez años.

La cuestión es que esto no se quede a nivel de razonamiento, de llegar a conclusiones y soñar. Hay que trazarse metas y trabajar por alcanzarlas. Ser constantes y consistentes. Por eso este tipo de ejercicios tan simples como un abrazo de corazón a corazón o los distintos temas que se abordan pueden influir de manera positiva para accionar.

Hasta el próximo miércoles.

Maestra en Ciencias Sociales con especialidad en Políticas Públicas por El Colegio de Sonora y Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora.

Twitter: @AlvaradoVMarce

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