28 diciembre 2020
Tamaulipas .- La sonrisa de Francisca Hernández, de 91 años, lo dice todo. Al salir del Hospital Baudelio Villanueva del ISSSTE, habla de la felicidad que siente al volver a ver a su hija, de poder sentir en su rostro los rayos del sol y el viento fresco.
Durante 15 días, Francisca luchó por su vida, pues el Covid-19 amenazaba con impedirle volver a ver a su familia.
Esta mujer fue llevada al Hospital del ISSSTE en Reynosa, pues su saturación de oxígeno era menor a 80, presentaba gripe y dificultad para respirar.
Ahora, al salir por la puerta de urgencias, lo primero que hace Francisca es extender su brazo para bendecir a médicos y enfermeras que estuvieron atentos a su salud y gracias a lo cual puede regresar a casa para seguir con su recuperación física.
En silla de ruedas pero con el mejor de los ánimos, Francisca cuenta cómo el coronavirus comenzó a afectar su salud al grado de impedirle respirar.
“No tenía calentura ni dolor de cabeza, era como una gripe que no me dejaba respirar, por eso me trajeron al hospital. Me dieron medicinas, inyecciones, me cuidaron muy bien y pues ya pude salir. Estoy contenta, me siento muy bien“, menciona mientras la suben a la ambulancia para ser trasladada a su hogar.
Francisca se despide con gusto de quienes durante 15 días se convirtieron en su familia, cuidaron de su salud y observa con mucho mayor gusto a una de sus hijas, quien ya la espera para poder llevarla a casa.
Reportero/Fuente: El Universal.