Tanto brinco estando el suelo tan parejo. Miren, luego de hacerla tanto de tos, la Ley de Protección y Bienestar Animal quedó igual antes de que se reformara. Siguen las peleas de gallos, rodeos y cabalgatas. Sigue lo mismo con el ganado de crianza, con las mascotas y en fin, todo volvió a lo mismo. Entonces, lo único que hicieron los diputados fue el ridículo y además se doblaron al primer grito de las organizaciones galleras. Bueno, la reculada estuvo de pronóstico reservado y queda para la historia de los grandes ridículos políticos.