Al que se le cayó el arbolito donde se columpiaba y en que forma, fue a Luis Serrato, quien se ostentaba como una especie de jefe de gabinete de la gobernadora Maru Campos de Chihuahua. De buenas a primeras lo despidieron y luego se supo que fue porque se le pasó la mano haciendo contratos forzados para empresas de sus cuates. Pero la cosa no paró ahí, porque ahora se sabe que Contraloría y Auditoría Superior lo están investigando, porque se presume hay muchas irregularidades y corrupción en torno a su cargo. Lo peor, que todo mundo aplaudió la salida porque no se portaba muy bien que digamos. Parece que la cosa va en serio.
