Vaya que se miró diferente el ver a la CTM ahora vistiendo el color guinda de Morena. Por muchos años portaba el rojo del PRI. Incluso durante el sexenio de Guillermo Padrés hubo acercamiento con el PAN, pero nunca se visitió de azul. Ahora las cosas han cambiado de manera radical. El entendimiento entre Javier Villarreal y Alfonso Durazo consiguió lo impensable, que los cetemistas apoyen a los morenistas en la elección de este año. Sin duda que tiempos traen tiempos, y hay que reconocer que el PRI tiene parte de culpa, porque no supo mantener la relación con la organización obrera. Esto apenas inicia. Veremos como pinta para el 2 de junio.