Mucha polémica levantó la Ley de Protección y Bienestar Animal aprobada al vapor y con madruguete. Se han visto muy preocupados por lo que pasa con los animalitos, pero curiosamente esta preocupación no se extiende al cuidado de los humanos. Se prohiben bajo pena las peleas de gallos, pero no las balaceras. Las cabalgatas solo se pueden hacer bajo permiso especial, pero la circulación de convoyes cargados de sicarios no necesitan licencia. Y lo peor, cuidan a los animalitos para que no sean maltratados y aprueben los crímenes horrendos de niños en el vientre de su madre al legalizar el aborto. Así somos. Que vergüenza.