Corren Rumores
Por Hilario Olea
LA HISTORIA LAS MENTADAS… Esta semana se cumple un aniversario más de la tremenda pifia que tuvo el equipo de imagen de Guillermo Padrés, cuando lo convencieron de que la gente de Hermosillo estaba enloquecida por la construcción del acueducto del Novillo, pese a la polémica que había provocado sobre todo en el sur del estado. Fue un tremendo error que le costó miles de mentadas de madre, pintas, insultos y plantones y no fue en Cajeme, sino aquí mismo en Hermosillo. Esto además provocó la caída en las preferencias electorales de los candidatos a senadores del PAN, lo que al final les costó una costosa derrota principalmente en el Valle del Yaqui. Pero mejor vamos por partes, porque historia está bien sabrosa.
UN ACUEDUCTO A WEWE… Pese a los beneficios que aportaría a Hermosillo al dotar de agua de la presa del Novillo, el acueducto Independencia nació maldito, porque comenzó con una pésima operación del entonces secretario de Gobierno, Roberto Romero, que fue a amenazar a los productores de Cajeme de que iba la obra, les gustara o no les gustara. Se imaginarán la rebelión y el rechazo. Aquí en Hermosillo no pudieron hacer que prendiera el apoyo a esta obra porque muchos consideraron que se estaba construyendo para que les fuera bien $$$$$ a funcionarios de gobierno, cómplices y familiares. Esto le provocó mal ambiente entre la gente y la cosa se agravó cuando alguien de escasas neuronas se le ocurrió poner el tristemente célebre “Pabellón del Agua”.
ESTUDIANTES ENCABRITADOS…Al estilo del padrecismo le valió checar como andaba el ambiente entre los estudiantes sobre este monumento al Tubo, porque lo instalaron en la Plaza Centenario o de los Niños Héroes, ahí enfrente de la Unison. Luego presumieron que había costado medio millón de pesos o más. Bueno, el problema que no consideraron fue que días antes en ese sector habían atropellado a un estudiante y por eso la comunidad estudiantil estaba pidiendo que se hiciera un puente peatonal o pusieran semáforo para garantizar el cruce seguro en este sector donde el tráfico resulta espantoso. Pero ni madres. En lugar de escuchar las quejas estudiantiles optaron por poner el mentado monumento al Tubo y ahí ardió Troya.
LOS CAZO UN MAESTRO… No recuerdo del nombre, pero si que quien denunció el abuso y la burla al instalar el monumento al Tubo que grabado por un maestro de comunicación, que luego lo subió a las redes de ese tiempo. El tema se viralizo en la comunidad universitaria que el primer día de instalado llegaron los estudiantes y pintarrajearon el mentado tubo. Al principio tenían que estarlo repintando y borrando letreros cada dos o tres horas. Luego que de plano no pudieron pararlos optaron por cerrar y que estuviera bajo protección de la policía estatal que hizo un cerco de vigilancia para que no pasaran los estudiantes. Después de esto se generalizó en los medios y llovieron las críticas y feo.
MILES DE MENTADAS… Por cierto, en aquella ocasión los genios de la imagen estatal le habían asegurado a Padrés que tendría lo menos unas 300 mil firmas de apoyo gracias al monumento al Tubo. Pero ahí están en los archivos y en el Google, lo que se ve no son firmas de apoyos sino mentadas de madre. La mayoría por estudiantes que se consideraron burlados, porque ni siquiera hicieron algo para mejorar la vialidad en ese sector de la calle Rosales. Y luego el cerco policiaco, más encabritó a los estudiantes. Los pobres encargados del pabellón tenían agarrones todos los días con los jóvenes quienes les criticaban y les echaban en cara todo lo que en ese tiempo se decía, comenzando con que el acueducto era el gran negocios de los funcionarios estatales.
QUITENLO DE PLANO…En declaraciones ahí como a la semana, el gobernador Padrés reconoció el repudio al monumento al Tubo y anunció que el adefesio sería retirado. Esto fue de noche para no hacer más alboroto. En forma discreta terminó colocado a un lado del Museo Musas. Nunca se supo que final final tuvo este monumento y tampoco cuanto fue lo que realmente se pagó por la obra, porque una cosa es lo que se cobra y otra lo que vale. Pues así fue la triste historia del Monumento al Tubo, que terminó siendo un monumento pero a la estupidez.
En fin, así la cosa, por eso recuerden lo que decía el Cochito Valverde, ser estúpido es natural, pero no abusen. Sale.