Andanzas
Por Marcela Alvarado
Un bozal para Vicente Fox
El papel de bufón ha de valer más que la pensión vitalicia que nos cuesta a los contribuyentes, como para que Vicente Fox mantenga impune su verborrea.
Ya van dos elecciones presidenciales en que la autoridad electoral y el tribunal respectivo le perdonan sus deslices, que mucho han costado a la democracia en México. El más grave, el de 2006, cuando, en pocas palabras, el Tribunal Electoral de la Federación dijo que hubo fraude, que hubo irregularidades, pero ‘nomás tantito’.
El panista Vicente Fox, con su estilo bravucón y conducta de niño berrinchudo convenció en 2000 para “sacar al PRI de Los Pinos”. Al darse cuenta, años después de cómo crecía en la preferencia electoral rumbo a 2006 el entonces jefe de Gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador, se propuso hacer lo que estuviera en sus manos para impedirlo.
Cómo olvidar el desaseado proceso de desafuero para descalificar anticipadamente al entonces perredista, hoy dirigente nacional de Morena, al que se prestaron tanto el PAN como el PRI. Cómo olvidar también que ya en campaña se permitiera y alentara la peor campaña negra que se ha emprendido en México.
El tabasqueño fue víctima de una campaña de desprestigio, de injurias, de mentiras, auspiciada por la iniciativa privada, como el Consejo Coordinador Empresarial, el PAN y con la complicidad del entonces presidente Vicente Fox, para influir en el ánimo de los electores.
La estrategia no se limitó a la campaña mediática de linchamiento contra López Obrador, sino que sumó a la complicidad del IFE, obstruyendo la emisión de nombramientos de funcionarios de casilla, alterando las actas y el cómputo de las mismas, entre otras acciones que permitieron consumar el fraude que llevó a Felipe Calderón a Los Pinos.
Eso fue posible por la complicidad también del Tribunal Electoral de la Federación, que resolvió en septiembre de 2006 que hubo “indebida intervención” de Fox y otras irregularidades, como la campaña negra contra AMLO, pero no las consideró determinantes para anular la elección y dio validez al proceso del 2 de julio.
2012, una historia similar
Tal como acaba de suceder en el Estado de México, con la elección para renovar la gubernatura, donde se recurrió a la compra de votos, a la campaña para sembrar odio y miedo, en este caso contra la candidata de Morena, Delfina Gómez, en 2012 fueron esas prácticas las que llevaron a Peña Nieto a la presidencia.
Fox dio su voto de confianza a EPN y operó abiertamente para su causa, evidenciando la complicidad del panismo, que abandonó a su suerte a Josefina Vázquez Mota. La campaña fue mera simulación, porque en realidad se sumaron al PRI para impedir que Andrés Manuel llegara a la presidencia de la República.
¿Impunidad en 2018?
Si en verdad las instituciones de este país velaran por la equidad en los comicios, no se permitiría que se mantengan al aire spots de campaña negra contra Andrés Manuel, como los que protagonizan los dirigentes del PRI, Enrique Ochoa y del PAN, Ricardo Anaya, en los que desinforman, atacan y difaman al dirigente de Morena.
Vicente Fox, a quien todos los contribuyentes mantenemos, necesita urgentemente de un bozal. No es posible que de nuevo amenace y diga abiertamente que se valdrá de sus “mañas” en busca de impedir que López Obrador sea presidente y no pase nada.
La sociedad mexicana cada vez tiene más a su alcance los medios para informarse, gracias a la cobertura de internet, pero, también está expuesta a un sinfín de mentiras y de manipulación, como la que el PRI utiliza a través de Fox y hasta de Felipe Calderón.
México está ante la oportunidad de vivir un proceso limpio en 2018, es cosa que los electores ejerzan su voto con responsabilidad, sin ser presa del miedo que de nuevo buscan sembrar contra Andrés Manuel.
Hasta el próximo miércoles.
Maestra en Ciencias Sociales con especialidad en Políticas Públicas por El Colegio de Sonora y Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora.
Twitter: @AlvaradoVMarce