06/Diciembre/2018
Andanzas
Por Marcela Alvarado
Sabiduría y humildad ¿Escucharon los/as demás?
Para Andrés Manuel López Obrador, el poder debe ejercerse con sabiduría y humildad y sólo adquiere sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. Esta frase refleja a un hombre sencillo y convencido de que el objetivo en la política no debe ser el poder por el poder mismo.
A diferencia de quienes se van por frases coloquiales a las que el mandatario recurre para romper el protocolo, como esa de “me canso, ganso”, me parece que hay varios postulados del primer mensaje a la Nación que merecen destacarse.
Desde la campaña electoral, López Obrador insistía en que encabezaba un movimiento que impulsaría la Cuarta Transformación de México y definió las tres anteriores de esta manera: La Independencia, en la que se luchó por abolir la esclavitud y alcanzar la soberanía nacional; la Reforma, por el predominio del poder civil y la restauración de la República y tercero, la Revolución, una lucha del pueblo y sus líderes por la justicia y por la democracia.
Al asumir la titularidad del Poder Ejecutivo federal, se vio a un político convencido de que el rescate de valores como la ética son esenciales para lograr la Cuarta Transformación. De ahí también el proyecto de la “constitución moral”.
Para Andrés Manuel, la Cuarta Transformación se trata de “convertir la honestidad y la fraternidad en forma de vida y de gobierno”, porque asegura que la crisis en México se originó por el modelo económico neoliberal y por la corrupción pública y privada.
Lo que ha hecho ruido es que, pese a ser desde hace años el político que más ha insistido en la importancia de poner fin a la corrupción, ahora hable de perdón e indulgencia, de no perseguir a los corruptos del pasado.
Por supuesto que ya basta de simulaciones, pero sí debería haber demandas administrativas y penales, si al revisar los estados financieros y la situación de cada dependencia encuentran irregularidades.