Andanzas
Por Marcela Alvarado
¿Quién salvará al Río Sonora?
Como baldazo de agua fría nos cayó a los sonorenses la noticia de que, según Nafinsa, el Fideicomiso Río Sonora se extinguió ¡desde febrero!
De ahí el por qué la actitud de avestruz de funcionarios federales, como el caso de Rodolfo Lacy, subsecretario de Semarnat y presidente del Comité Técnico del Fideicomiso y el de los delegados tanto de esa dependencia, como otras involucradas en el tema, quienes han guardado silencio sepulcral.
Tanto que gustan de la simulación, ya ni por no dejar rindieron un informe de cómo se ejercieron los 2 mil millones de pesos que se supone aportó Grupo México.
Sospechosa “extinción”
Quedó claro en su momento, que los 2 mil millones de pesos comprometidos eran una cifra que podía incrementarse, de ser insuficiente para cumplir con los fines del Fideicomiso y resulta sospechoso que se decidiera extinguirlo, cuando no se han instalado las plantas potabilizadoras y se minimizó el tema de la salud, al no operar la UVEAS como se había planteado de inicio.
Al delegado de Gobernación, Wenceslao Cota Montoya le tocó la función de ‘punching bag’ y dar la cara en este y otros asuntos. Esta semana confirmó que recién fue informado por la Semarnat de que se extinguió el Fideicomiso.
Recordar que el fin de semana se publicó en diversos medios que, ante solicitud de información, Nacional Financiera informó que el Fideicomiso se extinguió en febrero de este año, bajo el argumento de que se cumplieron los objetivos.
Según el sitio web del Fideicomiso, los objetivos eran servir de: a) fuente y medio de pago para llevar a cabo las medidas de remediación, reparación y/o compensación de los daños ambientales y a la salud causados por el derrame, así como “mecanismo de pago, respecto de reclamaciones por afectaciones materiales causadas a las personas como consecuencias del derrame.
No se necesita ser experto para saber que todo quedó a medias y que no había razones para dar por terminado el contrato. Las mentiras de Lacy en el tema de las potabilizadoras, que pasaron de 36 a 28 y luego a 9 y que siguen sin construirse, salvo una, son la mejor muestra.
De igual forma, en el tema de la salud. Se habla con insistencia de 381 afectados y pese a que se anunció que se instalaría una clínica de especialidades, después Rodolfo Lacy dijo que no, que el compromiso sólo era la Unidad de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental (UVEAS) en domicilios habilitados como consultorios.
Lucha por la vía judicial
Las organizaciones civiles Grupo Poder y Defensa Colectiva respaldan la lucha que han emprendido por la vía legal pobladores que conformaron los Comités de Cuenca del Río Sonora (CCRS). Ya lograron que la Suprema Corte atrajera un amparo para determinar si el derrame tóxico afectó a todo México y está pendiente de resolverse.
Días antes de que se cumplieran los tres años del derrame tóxico de Grupo México, se conoció también que los CCRS ganaron un juicio de amparo, al resolver el Juzgado Primero de Distrito de Sonora, que al menos dos pozos presentaban contaminación por arsénico y manganeso en niveles superiores tanto de la Norma Oficial Mexicana, como de criterios de la Organización Mundial de la Salud.
La lucha de los pobladores no quedó ahí. También interpusieron un amparo contra el IMSS, el Isssteson y la Secretaría de Salud, al asegurar que dichas instituciones se negaron a realizar pruebas clínicas para determinar si las personas padecen de contaminación por metales pesados.
Y van por más. Luis Miguel Cano, del Grupo Poder dijo en el noticiero Reporte 100 de Juan Carlos Zúñiga, que presentarán acciones legales, porque al no haberse cumplido con el contrato, no se puede extinguir el Fideicomiso.
A ver si cuando venga el presidente Enrique Peña Nieto, no repite aquello de “ya sé que no aplauden”, porque lo menos que le lloverán son reclamos.
Hasta el próximo miércoles.
Maestra en Ciencias Sociales con especialidad en Políticas Públicas por El Colegio de Sonora y Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora.
Twitter: @AlvaradoVMarce