California .- Es la historia de Teresa Lazo, de 34 años, cuya familia exige justicia tras la trágica muerte por envenenamiento a causa del veneno que le suministró un curandero que le aplicó la sustancia conocida como “kambó”.
De acuerdo con una publicación de Univision, Teresa tuvo a su primer hijo en diciembre pasado, pero un mes después fue diagnosticada de padecer depresión post-parto.
Y según su esposo, Justin Johnson, aceptó la invitación de una amiga para buscar un remedio natural.
Inicialmente, planeaban asistir a una exposición de tratamientos holísticos, pero el cuerpo de Teresa presentaba marcas en las pantorrillas y la parte trasera del muslo, consistentes con la aplicación de kambó.
Elizabeth, una de las hermanas de Teresa, angustiada, reveló que “la enfermera de la sala de emergencias nos informó que ella es la quinta persona que muere por esto”, relata la cadena televisiva.
Los tratamientos ofrecidos por chamanes ocurrieron en las montañas de San Bernardino, por lo que alertaron a la comunidad a no hacer caso de esos tratamientos.
El kambó es considerado una sustancia controlada de la DEA. Para extraer el veneno, se inmoviliza a la rana y se raspa su piel, luego se mezcla con agua y se deja secar hasta obtener una pasta blanquecina.
Los chamanes realizan quemaduras superficiales en la piel, a manera de puntos para luego colocarles la sustancia.
Fuente/Reportero: Rubén Ruiz.