17 enero 2019
Agencias .- Los seres humanos necesitan un sinfín de cosas si se pretende que sobrevivan en otros planetas. Agua, alimentos, higiene, medicinas, ropa, protección de toda clase, se requiere para pretender que los seres humanos puedan eventualmente colonizar otros planetas. Y así como la vida parece tener un afán para sobrevivir a todos los climas, por más extremos que sean, también sabemos de su fragilidad y muchísimos detalles pueden acabar con ella, sin que podamos hacer algo.
Así, si queremos que la presencia humana pueda extenderse a otros planetas, es bueno experimentar en esas condiciones fuera de la fertilidad terrestre. Y esto es lo que ha hecho China en su programa espacial cuando su nave lunar soltó semillas de algodón en contenedores sellados para su crecimiento. Esta es la primera vez que se busca que una planta crezca fuera de la Tierra, en este caso particular, la Luna.
Los medios no esperaron para ver qué pasaba con el experimento chino y lanzaron las campanas al vuelo. Los futuristas pensaron que con este paso la colonización sería en algún tiempo una realidad. Pero desafortunadamente no esperaron a que los chinos nos dijeran los resultados de sus experimentos. Y sí, cuando se experimenta se tiene una hipótesis de trabajo que se quiere demostrar pero que además, en nuestro optimismo humano pensamos que es cierta. La realidad científica, sin embargo, muchas veces nos juega una mala pasada y lo que pasó en la Luna es un ejemplo de ello.