Estados Unidos .- En un sorprendente hallazgo, investigadores virales han identificado una cepa misteriosa de COVID-19 en el centro de Ohio que ha estado circulando durante al menos dos años.
El Dr. Marc Johnson, reconocido experto en investigación de aguas residuales, lidera este descubrimiento que podría abrir puertas importantes en la comprensión del virus, según revela un video del canal NBC4 Columbus.
“Intriga a científicos”
Utilizando el sistema de alcantarillado como su herramienta de investigación, el Dr. Johnson ha estado rastreando lo que él llama “cepas crípticas” del COVID-19. Estas cepas tienen patrones únicos y mutaciones que no se encuentran en las variantes circulantes conocidas, lo que las hace especialmente intrigantes para los científicos.
Aunque el Dr. Johnson enfatiza que estas cepas no representan una amenaza para la salud pública, podrían desempeñar un papel fundamental en la investigación del virus. Estas cepas crípticas podrían brindar información valiosa sobre la evolución del virus, su persistencia en ciertas áreas y su relación con personas que han experimentado síntomas prolongados o crónicos, según dice.
“Un paciente habría tenido COVID por dos años”
El caso encontrado en el centro de Ohio ha llevado al Dr. Johnson a especular que una persona ha estado portando el COVID-19 durante más de dos años sin saberlo. Mediante el análisis de las secuencias genéticas encontradas en las aguas residuales, pudo determinar que esta persona probablemente vive en Columbus y trabaja en Washington Courthouse, ya que se encontraron rastros de la cepa en ambos lugares.
El Dr. Johnson espera que, al compartir esta historia, la persona infectada se presente para ayudar en la investigación y responder preguntas importantes. Entre ellas se encuentran la cantidad de casos similares, los síntomas asociados y si estos están relacionados con personas que han tenido COVID-19 y aún no se han recuperado por completo.
Es importante destacar que el Dr. Johnson insiste en que esta situación no representa un riesgo para la salud pública, ya que el virus se encuentra inactivo al pasar por el sistema gastrointestinal.
Este descubrimiento destaca la importancia de la vigilancia y el análisis exhaustivo de las aguas residuales como una herramienta para comprender mejor la propagación y evolución del COVID-19. Además, plantea preguntas intrigantes sobre la persistencia del virus en algunas personas y sus posibles implicaciones para el manejo de la enfermedad.
Fuente/Reportero: El Imparcial.