Redacción .- Los fabricantes de móviles llevan tiempo tratando de incorporar sensores que midan (con precisión médica) la temperatura del cuerpo, pero no han tenido mucho éxito. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Washington asegura haber logrado esa función simplemente mediante software. Lo llaman Feverphone.
Lo de medir la temperatura parece una tontería, pero ni siquiera los dispositivos wearables de última generación como el Apple Watch Series 8 Ultra son capaces de medir la temperatura corporal con precisión. Hasta la propia Apple insiste en que esta función no es 100% efectiva en el Apple Watch y que no debe ser usada con fines de diagnóstico médico. La razón por la que hay un termómetro en el smartwatch de Cupertino es para medir la temperatura general con el fin de interpretar mejor los patrones de sueño.
Están por supuesto, los termómetros electrónicos sin contacto, que son más precisos, pero que pueden llegar a ser difíciles de encontrar en determinadas circunstancias, algo que la última pandemia ya se encargó de demostrar cuando se agotaron debido al repunte de la demanda. Los investigadores de Washington decidieron probar a crear su termómetro usando algo que todo el mundo tiene ya en su bolsillo: cualquier teléfono móvil.
Para ello recurrieron a un componente que los móviles de hoy ya tienen: los termistores. Los smartphones llevan sensores de temperatura internos que se usan para monitorizar posibles excesos de calor en componentes críticos como la batería o el procesador. Esos ter mistores no sirven para medir la temperatura de un cuerpo externo (una persona en este caso), porque no están en contacto directo con ella, pero sí que se pueden usar para registrar la cantidad de calor que se transfiere desde un objeto con el que entran en contacto.
Para sus pruebas, los investigadores usaron una varilla de cocina estilo Sou-Vide para crear una bolsa de plástico llena de agua caliente que simulara la piel de una persona con fiebre. Entonces adosaron esa bolsa a diferentes smartphones de diferentes marcas, tanto con, como sin protector de pantalla para que el termistor midiera los cambios de temperatura internos producto de la transferencia de calor.
A continuación introdujeron todos los datos en un modelo de aprendizaje máquina que es el que vertebra las mediciones de FeverPhone. Para usar la app hay que sujetar el móvil por los bordes y pegarlo a la frente de la persona a medir durante unos 90 segundos. El calor transferido desde la frente a la pantalla (y de ahí registrado por los termistores) permite calcular la temperatura corporal.
Durante una ronda de ensayos clínicos realizados en el departameto de urgencias de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, la app demostró una efectividad comparable a la de un termómetro médico de vía oral, detectando fiebre en 16 pacientes. FeverPhone es capaz de detectar la fiebre con un margen de error de 0,23 grados Celisius (0,43 Farenheit), que es una precisión totalmente aceptable para su uso médico.
Ahora mismo, los creadores de FeverPhone están trabajando en aumentar incluso más la precisión del software. Para ello están alimentando sus algoritmos internos con más lecturas de temperatura realizadas con otros móviles. De hecho el equipo se muestra confiado de que puedan adaptar su uso también a smartwatches. El pequeño tamaño de estos wearables permitirá realizar las lecturas con más rapidez.
Incluso aunque la FDA nunca apruebe FeverPhone para su uso médico, parece una alternativa más que interesante para medir la temperatura en casa y mantener a nuestros seres queridos monitorizados cuando no hay termómetros cerca. Solo por eso ya merece la pena.
Fuente/Reportero: Gizmodo