Fuerte fue el reclamos que le hizo la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, al gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, en su calidad de presidente del consejo político de Morena. Claro se nota cuando le dice que ya se cansó de que le griten cuando llega a un lugar. Obvio que Durazo solo intenta atemperar el asunto, porque no tiene la autoridad ni el liderazgo como para evitar que los grupos de las otras corcholatas hagan sus travesuras. Caray, si así está ahorita, se imaginan en los próximos días. Se van a dara hasta con el bacín.