Todo parece indicar que de arriba se busca echarle tierrita volada al incendio del bar Beer House de San Luis Río Colorado, en donde murieron once personas por culpa de un desquiciado y porque el lugar no tenía salidas de emergencia, algo que nunca checaron las autoridades que permitieron operara libremente. Hasta ahora no se sabe quien es el dueño. Sin duda uno muy picudo. Y además, hay silencio a pesar de que hay once muertes de por medio. Eso es sospechoso, pero al mismo tiempo perverso.