Los primeros pronósticos aseguraban que se presentaría un Tsunami rojo en las elecciones de Estados Unidos porque arrasaría el Partido Republicano y ese es el color que los representa. Pero nanay. Los triunfos le están costando sangre, sudor y lágrimas. De hecho los candidatos impulsados directamente por Trump perdieron. La principal razón, al igual que en México, fue el canibalismo partidista. Los mismos republicanos sabotearon candidaturas como pasó en Arizona. Con esto le revientan el anuncio triunfalista que pensaba hacer el ex presidente Trump. Quien le manda hacer cuentas alegres.