Urge para el PRI definir las reglas para la alianza electoral con el PAN y el PRD, porque el barco está haciendo agua. Prueba fue el estado de Hidalgo en donde renunciaron al partido directivos y diputados locales, porque no reconocen liderazgo de Alito Moreno. Si no paran la estampida, cuando tengan candidato no van a tener partidos. Claro, a menos que esto sea juego arreglado. Cosa que sería totalmente suicida, porque simplemente desaparecen. Por lo pronto, más vale que saquen los chalecos salvavidas.