De una vez hay que hacerse a la idea de que el Poder Judicial perderá su autonomía para volverse una oficina más de la Secretaría de Gobernación. Los jueces, ministros y magistrados serán puestos desde palacio nacional, por caciques, grupos criminales o gobernadores. Ya no se necesita hacer carrera judicial, solo saber ponerse de pinicuchi con quien manda. Es un enorme retraso pero así la quisieron los mexicanos que votaron por la 4T.