A pesar de las presiones sobre algunas organizaciones de transportistas, al final el gobierno no pudo impedir que se llevara a cabo en el país el paro del transporte, en protestas por la inseguridad y la violencia que vive este sector. Sin embargo no tuvo la contundencia que se había anunciado, lo que favorece al gobierno y hasta le puede bajar el nivel de la presión. Veremos si los transportistas se animan y siguen adelante en sus protestas o de plano se rajan y se resignan. Esto es lo más seguro.