Ya estamos de regreso luego de unas necesarias vacaciones o como se llame, porque al final del día le sigue dando uno al negocio. Lo cierto es que el estado se puso como infiernillo por los enfrentamientos a tiros en varias partes. Cierto que hubo detenciones, pero se ve que miedo no le tienen a las autoridades. Esperemos no sean las vísperas ni las cabañuelas policiacas, porque pintaría muy mal. Pero apenas iniciamos, por lo pronto, hay que llegar con la guardia en alto.