La decepción de los partidos políticos es total, sus representantes actuales han sido sujetos a señalamientos, todos por corrupción, el priista Enrique Ochoa Reza no aguanto las ganas de liquidarse y sin merecerlo salió de Pemex con un jugoso cheque de más de un millón de pesos.
Ricardo Anaya, por más explicaciones que ofreció, bajaba el cero y no tocaba, sus gastos familiares en la Ciudad de Atlanta estaban fuera de toda proporción de sus ingresos, incluyendo sus locales de renta que no convencieron a nadie.
Ya solo faltaba el escándalo del PRD y se dio en la semana con el departamento en Miami de Alejandra Barrales con valor de 1 millón de dólares.
Así las cosas, los políticos y la política en su crisis más fuerte y en su mayor decepción a los mexicanos.